Video-Crónica
Hace un día estupendo, la temperatura es muy agradable. La gente comienza a bajar a la Playa del Postiguet a primera hora de la mañana. Nosotros aprovechamos para dar un paseo por las calles de la ciudad, desayunar y cargar pilas. Nos espera un día lleno de actividades, lugares y, como no, gastronomía.
Nos acercamos al Mercado de Abastos de Alicante. Fue construido en 1921 y, en 1938, fue uno de los edificios bombardeados por la aviación fascista italiana durante la Guerra Civil española. Es por eso que, la plaza situada en la parte posterior, lleva el nombre de Plaza de 25 de Mayo en memoria a las victimas civiles.
El mercado de Alicante es enorme. Llama la atención su construcción y la cantidad de puestos que tiene. Dividido en dos plantas, en la parte superior una gran selección de carnes, embutidos, quesos, huevos… En la parte inferior, están los pescados y las frutas y verduras. En la zona de pescados encontramos también las conservas, los salazones y las mojamas, tan típicos de la comunidad Valenciana. Hay una gran variedad de pescados y mariscos y mucha calidad. Y, es que, en una ciudad de costa (como Alicante) el pescado no puede ser más fresco. Parece que está vivo.
Las frutas y verduras también son de lo más variado. Y encontramos muchos productos de la Comunidad Valenciana. Cerezas, nísperos, ciruelas… y los “perucos de San Juan”, que son como pipas (se comen uno tras otro).
Dejamos el mercado y vamos a tomar un aperitivo a la Cervecería El Cantó, un establecimiento que lleva más de 30 años funcionando y que es un punto de referencia de la hostelería alicantina.
Un espacio no muy grande pero bien estructurado decorado en madera con mesas altas y varios espacios de barra donde poderse sentar a disfrutar con los amigos de una cerveza bien fresquita y un pincho muy rico.
Su propietario, Miguel García Navarro, “Hijo Adoptivo” de la ciudad de Alicante, lleva toda la vida trabajando en el mundo de la hostelería y asegura que esta profesión <<hay que sentirla y vivirla>>.
Los pinchos y montados están todos buenísimos y son muy variados. Nosotros probamos algunos de ellos y, sin duda, el ganador fue la “Pelota con sopa de cocido”, por su sabor, su textura blandita y jugosa, porque estaba de aplauso. Aunque todos estaban buenísimos…
Croquetas de bacalao, Cervecería El Cantó.
Montado de Anchoas con tomate, Cervecería El Cantó.
Montado de La Casa, Cervecería El Cantó.
Pelota con Sopa de Cocido, Cervecería El Cantó.
Aprovechamos la tarde y vamos dando un paseo por la Rambla hasta la Explanada. En la Explanada, suelen estar los puestos de artesanía y hay un escenario en el que, en ocasiones, hay actuaciones al aire libre.
Entre cientos de transeúntes, nos encontramos con EL MINUTERO. José Luis Navarro Martín, dejó el mundo de la hostelería para vivir de su pasión, la fotografía. Una fotografía muy especial.
(Entrevista a José Luis Navarro Matín, EL MINUTERO DE LA EXPLANADA)
Sus fotos nos transportan por unos instantes a otra época. Nos dio una clase práctica y nos enseñó cómo funcionan estas cámaras antiguas tan bien conservadas y restauradas. Además de hacer fotografía con estas cámaras, Jose Luis Navarro, se dedica a reconstruir estas joyas tan preciadas con un acabado profesional y cuidando el detalle. El proceso para obtener la foto final es muy interesante y totalmente manual, por supuesto. Un recuerdo para tener en nuestro escritorio.
Atravesando la plaza del Ayuntamiento llegamos al Casco Antiguo. Sus calles son mágicas.
Al atardecer, disfrutamos de las preciosas vistas que tenemos desde el Parque de la Ereta. Un paseo romántico rodeados de árboles frutales y plantas aromáticas.
En lo alto del monte se encuentra el Castillo de Santa Bárbara (que se puede visitar).
Bajamos de nuevo a la ciudad y tomamos una horchata de chufa en la Horchatería AZUL, maestros artesanos desde 1942.
Un pequeño, pero encantador local, en el que podemos disfrutar de una de las mejores horchatas de chufa que he probado en mi vida. En este negocio familiar todo el proceso de elaboración, tanto de las horchatas como de otros productos, se hace de forma tradicional.
Nos despedimos de Alicante no sin antes pasar a por un “Pollo a l´ast”, un pollo asado vuelta y vuelta en el Pollastre Alicantí, donde la familia Carretero-Antón lleva preparando pollos asados más de 50 años, desde 1964.
Un plato delicioso para llevar y despedirnos.
Hasta pronto Alicante.