La cerveza artesana Bizarra nace de la ilusión, el emprendimiento y el buen trabajo e investigación de unos emprendedores que elaboraban su propia cerveza para consumo propio. Piru y Arantxa empezaron haciendo 20 litros cada 15 días y como tenía muy buena aceptación entre los amigos y familiares decidieron montar su propio negocio de cerveza artesana.
Comenzaron fabricando de 500 a 1000 litros al mes y ahora ya elaboran más de 1500 litros. Esto depende de la demanda y hay que tener en cuenta que los lotes tardan 40 días en estar listos. Tienen habitualmente un lote en el fermentador, un lote en almacén y otro lote etiquetando, de tal manera que haya una continuidad en el proceso.
La diferencia de estas cervezas artesanas con las industriales es abismal, tanto en sabor como en aroma. Las cervezas industriales llevan ingredientes como extractos de lúpulo, maíz… cosa que las cervezas no deberían tener estos ingredientes, no son 100% malta y lúpulo. Qué pasa, que estos ingredientes son mucho más económicos, por lo que el gasto de producción es menor.
La malta es cualquier tipo de cereal malteado. Se pueden maltear diferentes cereales, los más utilizados cebada, trigo o arroz (como las cervezas japonesas). Maltear es primero germinar y después tostar. Germinar el grano. Se suele utilizar de base la cebada malteada y después se le añade la proporción que la receta requiera de otro cereal. El malteado también tiene diferentes grados de tostado por lo que los sabores serán diferentes según se utilicen a la hora de elaborar una receta.
Las cervezas artesanas Bizarra utilizan en sus recetas malta, agua, levadura y lúpulo (lo que le aporta el aroma y el amargor tan característico de la cerveza). No llevan nada más, ingredientes totalmente naturales. Para cada tipo de cerveza que fabrican mezclan 4 o 5 estilos distintos de malta y 4 o 5 tipos de lúpulo, los ingredientes son secretos. Dependiendo de en qué momento de la cocción se le añada te da unos matices de sabor u otros. El agua es importante porque dependiendo del tipo de agua el estilo de la cerveza es distinto. Hoy en día se puede simular el tipo de agua de diferentes zonas geográficas mediante la química pero lo ideal es utilizar el agua de donde la fabricas y si es de calidad, únicamente, quitar el cloro y los metales pesados.
En el proceso de elaboración de la cerveza primero se rompe la cáscara al grano para que salga ese embrión del que hablábamos antes. Se calienta el agua y una vez que alcanza la temperatura que estima oportuna el maestro cervecero se añade el grano. Entonces el grano se deja macerando durante un tiempo (puede ser una hora, hora y media, lo que estime el maestro cervecero para la elaboración de cada receta) y en ese proceso se extraen el almidón y los azúcares del grano que después se convertirán en alcohol. Cuando pasa el tiempo de maceración se pasa a otro tanque y se separa el mosto del grano repitiendo el proceso varias veces para que se filtre bien. Después se devuelve a otro tanque y se sigue cocinando. Dependiendo de la temperatura a la que se cocine las cervezas tienen más o menos cuerpo y serán más o menos secas. Hay que controlar bien la temperatura para que se extraigan bien los azúcares y almidones.
Después se añade el lúpulo. Dependiendo del momento en que se eche el lúpulo tendrá unos matices u otros. El siguiente paso es filtrarlo, pasarlo a los fermentadores y añadir la levadura. Y para esto, antes hay que bajar la temperatura de la cerveza mediante un sistema de tuberías de por las que pasa agua fría. Una vez enfriada a la temperatura deseada la pasan la fermentador y echan la levadura para que se active y no se muera. La levadura se va comiendo los azúcares y así se genera el alcohol. Cuando se sabe la cantidad de azúcar que se tiene ya se puede calcular la graduación alcohólica que tendrá la cerveza. Así cuanto más grano echemos más graduación alcohólica tendrán las cervezas. La levadura trabaja durante 4 días y cuando se van terminando los azúcares la levadura se va degradando y cuando cae al fondo del fermentador se saca. El CO2 que se genera en el fermentador sale por la parte superior. En estas cervezas no se añade gas sino que se genera de forma natural.
De los fermentadores pasa la cerveza a la sala de embotellado. Es una labor totalmente manual, incluso el poner la chapita y el etiquetado. La limpieza es muy importante en todo el proceso y en este paso en especial. Se limpian las botellas, se rellenan de cerveza por gravedad y después se coloca la chapa una a una.
Esta cerveza se conserva estupendamente, al ser natural y no estar pasteurizada las levaduras están vivas. Sanidad obliga a poner una fecha de caducidad pero nos aseguran que la cerveza se podría consumir pasada esa fecha. Hasta 5 años después la cerveza está buena, puede perder algunas propiedades pero se puede consumir perfectamente. Por ejemplo, las cervezas que son muy lupuladas, el lúpulo, que es muy aromático, se deja de notar. Pero en las cervezas que son muy maltosas, años después pueden estar incluso más ricas (como el vino), los sabores van cambiando y la cerveza va envejeciendo.
Se elaboran varios tipos de cervezas y cada una es un mundo diferente. Rubia, Tostada, Red Demon, Black, Trigo… Incluso elaboran una mermelada de cerveza rubia ideal para acompañar quesos o carne de caza.
En Bizarra les gusta experimentar diferentes técnicas para fabricar su cerveza. Una de las cervezas más curiosas la fabrican en temporada de invierno y sólo la comercializan durante ese tiempo. Es una cerveza de 9% vol. con aroma y sabor a bourbon. Es una cerveza que primero se elabora y después se mete durante 5 meses en barricas de roble americano (traídas de EEUU) que se han utilizado para elaborar el licor de bourbon al menos hasta tres veces.
La cerveza sigue fermentando en las barricas y gracias a un sistema dejan que salga el CO2 pero no entra ninguna bacteria, similar a la elaboración tradicional del vino. Es una cerveza de invierno para tomar a una temperatura de unos 10ºC. Es una cerveza que no está en el mercado siempre porque quieren asegurarse que las condiciones en las que la cerveza vaya a estar sean las optimas tanto en temperatura como a la hora de servirse.
Si tenéis la oportunidad os recomiendo que las probéis. Un placer poder visitar la fábrica, lo agradecemos Bizarra.