La crema pastelera es una receta que se utiliza sobre todo en pastelería y repostería para rellenar o para decorar pasteles, tartas, bollería… es una crema súper versátil y está deliciosa. Para elaborarla sólo necesitamos huevos, azúcar, leche, harina de trigo o maicena (para hacer la crema pastelera sin gluten) y esencia o unas ramas de vainilla para aromatizarla. Es una preparación básica y fundamental que tenemos que saber si nos gusta cocinar y preparar dulces. A continuación, podéis ver cómo se hace la crema pastelera paso a paso. ¡Tomad nota!
Origen la crema pastelera
No se sabe muy bien si el origen de esta crema está en Italia o en Francia, pero se sabe que la primera vez que apareció escrita la receta de la crema pastelera (o crème patissière), es en un libro de Françoise Massialot, “Le cuisinier roial et bourgeois”, publicado en 1692. Este cocinero es también conocido por su famosa receta de la crème brûlèe o por introducir el chocolate en las recetas de pastelería (además de crear y elaborar otras muchas recetas).
Datos importantes de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Dificultad: fácil
- Cantidad: 500 ml
- Información nutricional: 1116 kcal
Ingredientes de la crema pastelera
- 3 yemas de huevo
- 75 g de azúcar
- 1 cucharada colmada de maicena
- 500 ml de leche entera
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (o ½ rama de vainilla)
- 25 g de mantequilla
Preparación de la crema pastelera
Comenzamos separando las claras de las yemas de los huevos. En un bol ponemos las 3 yemas de huevo y los 75 g de azúcar. Lo batimos hasta que clareen las yemas.
En un poco de leche disolvemos 1 cucharada colmada de maicena y se la integramos a la mezcla que tenemos en el bol de las yemas con el azúcar.
En un cazo calentamos los 500 ml de leche entera junto con la cucharadita de esencia de vainilla hasta que humee.
Separamos la leche del fuego y se la vamos incorporando poco a poco a la mezcla de yemas, azúcar y maicena que tenemos el bol mientras batimos a velocidad baja.
Vertemos toda la mezcla de nuevo en el cazo y lo ponemos a fuego medio mientras removemos continuamente para que no se pegue al fondo. Esperamos hasta que la mezcla llegue al punto de ebullición. La espuma que ha salido al batir la mezcla desaparecerá en cuanto espese la crema pastelera.
Cuando la crema pastelera haya espesado al gusto y esté lista, la separamos del fuego y le añadimos los 25 g de mantequilla. Removemos con ayuda de una lengua o una varilla hasta que se integre por completo. La mantequilla hace que la crema pastelera esté más brillante y cremosa.
Podemos dejar que tome temperatura ambiente y después guardarla en la nevera. Si la guardamos en un bol o en otro recipiente, podemos ponerle papel de horno o film a piel para que no cree costra en la parte superior.