Los bollos suizos son de origen madrileño. Se hicieron populares durante el s.XIX gracias al Café Suizo de Madrid. Un local donde se servían acompañando el café o el chocolate en los desayunos y meriendas. Es una receta relativamente sencilla pero que lleva su tiempo para que la masa fermente correctamente y queden súper esponjosos.
Vamos a hacer unos bollos suizos deliciosos. Se pueden tomar tal cual como acompañamiento en el desayuno o en la merienda. Combinan perfectamente con ingredientes salados, como con jamón de York y queso, salmón ahumado o paté. También se pueden hacer sin azúcar en la parte superior y utilizarlos para rellenar de crema de mantequilla, como los famosos bollos de mantequilla de Bilbao. Los bollos de mantequilla de Bilbao son uno de los dulces emblemáticos de la ciudad y tienen un sabor que nos viene a la mente a todos los que por allí hemos pasado y los que los hemos probado alguna vez en la vida. Se suelen rellenar de crema de mantequilla y se espolvorean con azúcar glas. Al formarlos para hornear se les puede dar forma ovalada o redonda. Si tenemos un robot de cocina o una amasadora nos facilitará bastante la tarea de preparación de la masa. Si no es así, podemos hacerlos a mano como toda la vida se han hecho.
Datos de importantes de la receta
- Tiempo de preparación: 2 horas y 30 minutos
- Dificultad: media
- Número de comensales: 10-12
- Información nutricional: 286 kcal/ración
Ingredientes de los bollos suizos
- 160 ml de leche
- 110 g de mantequilla
- 75 g de azúcar
- 4 huevos medianos ó 3 grandes (180-190 g de huevo en total)
- 30-35 g de levadura fresca
- 500 g de harina de fuerza
- 1 pellizco de sal
- 1 huevo (para pintar los bollos)
- 50 g de azúcar (para decorar al hornear)
Preparación de los bollos suizos
Lo primero que tenemos que hacer para elaborar los bollos suizos es mezclar y templar los 160 ml leche y los 110 g de mantequilla. Añadimos los 75 g de azúcar cuando esté templada la mezcla para que se disuelva bien. A 37ºC es una temperatura adecuada.
El siguiente paso es añadir los 4 huevos y los 30 g – 35 g de levadura fresca. Lo mezclamos todo.
Ahora es el momento de añadir los 500 g de harina de fuerza. Le añadimos a la mezcla la mitad, unos 250 g aproximadamente. Añadimos también el pellizco de sal. Lo mezclamos enérgicamente con las manos o con el robot.
Después añadimos el resto, los otros 250 g y lo dejamos amasando unos 4 minutos. Cuando termine de amasar dejamos la masa bien tapada en un bol, en un lugar sin corrientes (el horno apagado es un buen sitio) y dejamos que la masa doble su volumen. El tiempo depende de la temperatura de la estancia, pero en una hora habrá doblado el tamaño.
Cuando transcurra la hora y ya haya doblado la masa la pasaremos a una superficie enharinada y la amasaremos suavemente para que se vaya el aire del interior de la masa.
Hacemos una bola o un chorizo con la masa y vamos cortando trozos de unos 40 g para bolearlos. Los ponemos en una fuente de horno con un papel vegetal y los dejamos tapados que doblen su tamaño de nuevo. Esto nos llevará unos 30 – 40 minutos más.
Cuando las bolas hayan doblado su tamaño precalentamos el horno a 250ºC con calor arriba y abajo. Pintaremos los bollos suizos con un pincel y huevo batido. En la parte superior pondremos azúcar blanca humedecida. El azúcar se puede colocar sobre el suizo de dos formas, la podemos poner tal cual sobre el bollo o podemos hacer un pequeño corte a la masa con una cuchilla y poner ahí el azúcar humedecida.
Metemos los bollos suizos al horno en altura media y los dejamos 7-8 minutos. Cuando estén listos los sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla sin el papel vegetal.
Una vez fríos sólo queda disfrutar de los bollos suizos acompañados de un café, un té o un rico chocolate a la taza. Un plan redondo para un desayuno o una merienda.