Los cupcakes no son ni más ni menos que tartas en miniatura. Se hornean en las mismas cápsulas que hornearíamos las magdalenas y cuando se han enfriado se rematan con un frosting, con trufa, con crema pastelera o buttercream y se decoran con algún motivo dulce. A continuación, podéis seguir la receta paso a paso.
Origen de los cupcakes
Los cupcakes red velvet además de ser vistosos, están deliciosos. El origen de los cupcakes, cómo no, es americano. En un principio se hacían en tazas y después pasaron a hornear en las cápsulas de magdalenas. Las cápsulas pueden ser sencillas o decoradas. También podemos encontrarlas con metalizados y con motivos estacionales, según la época del año en la que nos encontremos.
Es un postre original y delicioso y seguro que los más pequeños disfrutan un montón haciéndolos. Una receta súper sencilla para hacer en familia en estas fechas navideñas o durante todo el año.
Son muy sencillos de hacer y podemos replicar miles de tartas que podríamos hacer en tamaño grande igualmente. En este caso he elegido los red velvet porque creo que son ideales para estas fechas y tienen un color rojo intenso y un sabor irresistibles.
Ingredientes de los cupcakes red velvet
- 120 g de harina de repostería o de trigo normal
- 100 g de azúcar
- 100 ml de buttermilk
- 100 ml de aceite de girasol
- 1 huevo
- 1 cucharita de cacao 100% puro en polvo
- 1 cucharita de bircarbonato sódico
- ½ cucharita de moca de esencia de vailnilla
- ½ cucharita de moca de vinagre
- Colorante rojo pro gel
Para el frosting:
- 100 g de azúcar glas
- 200 g de queso crema
- 50 g de mantequilla en pomada
- ½ cucharadita de esencia de vainilla
Cómo preparar los cupcakes red velvet
Para preparar la masa de los cupcakes lo primero que haremos será mezclar con ayuda de un robot o batidora los ingredientes secos. La harina, el azúcar, el cacao en polvo y el bicarbonato.
Cuando tengamos los ingredientes secos bien mezclados podemos incorporar los ingredientes líquidos. El aceite, el huevo, la esencia de vainilla, el vinagre, el progel rojo y el buttermilk. Si no tenemos buttermilk podemos coger 100 ml de leche, añadirle unas gotas de zumo de limón y dejarlo reposar un poco sin remover. Veremos que en cuestión de unos minutos tendrá un aspecto de leche cortada como cuando hacemos el quesillo con el cuajo y estará listo para añadir a la masa.
Se baten todos los ingredientes y tendremos lista nuestra masa para rellenar las cápsulas y meterlas al horno. Hay que tener en cuenta que para rellenar las cápsulas sólo debemos llenar 1/3 ó un poco más de la cápsula porque luego el cupcake crecerá en el horno y no queremos que se desborden.
Metemos las cápsulas junto con el molde al horno a unos 170ºC durante 15 minutos con calor arriba y abajo.
Para preparar el frosting mezclamos con ayuda de una varilla en un bol el queso y la mantequilla. Cuando tengamos una mezcla cremosa le añadimos el azúcar poco a poco hasta conseguir la consistencia deseada. Lo metemos en una manga pastelera con boca de estrella y lo reservamos en la nevera.
Cuando tengamos nuestros cupcakes horneados les sacamos del molde y dejamos enfriar en una rejilla si es posible. Una vez fríos podremos decorarlos con el frosting y algún motivo navideño o como en esta ocasión hemos elegido unas estrellitas de azúcar del mismo color que los cupcakes.
Para presentarlos podemos desmoldarlos de las cápsulas o servirlos con la cápsula puesta. También podemos hacer la “versión mini”, se come de un solo bocado. Disfrutad de este dulce tan delicioso que seguro sorprende a los amantes de la tarta red velvet.