El queso mascarpone es uno de los quesos más tradicionales de la gastronomía italiana y uno de los quesos fetiche para elaborar postres. Es un queso con mucha nata, cremoso y con un punto dulce. Ideal para hacer este flan con el que, sin duda, sorprenderás a tus comensales. Un postre redondo para los amantes de los postres tradicionales con un giro diferente.
Ingredientes:
- 3 huevos
- 100 g de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 250 g de queso mascarpone
- 300 ml de leche entera
- 50 ml de caramelo líquido
Preparación:
Para preparar el flan de queso mascarpone lo primero que haremos será mezclar en un bol los 3 huevos, los 100 g de azúcar y la cucharadita de esencia de vainilla. Podemos mezclarlo con unas varillas de forma manual o utilizar una batidora de mano. es importante mezclarlo suave y no meterle aire.
Le añadimos a la mezcla anterior los 250 ml de queso mascarpone y lo seguimos mezclando hasta que quede integrado completamente. En este paso es importante que nos tomemos el tiempo necesario, porque cuanto más integrado quede el queso mascarpone más cremoso será el resultado final.
Para terminar con la mezcla de los ingredientes del flan añadimos los 300 ml de leche entera.
Antes de empezar a rellenar las flaneras con la mezcla para hacer el flan le vamos a poner caramelo líquido en el fondo a las flaneras. Este toque es lo que luego nos dará esa salsita deliciosa de caramelo con la que se acompaña tradicionalmente el flan.
Para terminar con la preparación de los flanes rellenamos las flaneras con la mezcla y las metemos en una fuente al baño María. El horno ha de estar previamente precalentado a 180ºC y tendremos los flanes cocinando durante unos 35-40 minutos.
Pasado el tiempo de cocción sacamos los flanes con mucho cuidado de no quemarnos con el agua. Hay que tener cuidado de que el agua no entre en las flaneras. Colocamos las flaneras sobre una madera o rejilla y dejamos que los flanes tomen temperatura ambiente antes de meterlos tapados con film individualmente en la nevera. Los tendremos al menos unas 6 horas en la nevera para que cojan textura. Los serviremos fresquitos para el postre. Le pasamos una puntilla alrededor del flan para separarlo de las paredes y lo volcamos sobre un plato con decisión. Un postre perfecto para poner un broche de oro a una comida perfecta.