
El pan de muerto o pan de muertos es un postre típico mexicano que se suele tomar durante la celebración del Día de Muertos en México. Este dulce se elabora a base de huevos, leche, harina, levadura, ralladura de naranja y aroma de azahar. A continuación, os explico paso a paso cómo hacer esta rica receta, tomad nota.
Origen del pan de muertos
La receta del pan de muerto se remonta a la época prehispánica. Es una de las costumbres más ancestrales en México. El pan se hace como ofrenda en el Día de Muertos para ponerlo en el altar, honrar a los muertos y recordarles para que su memoria esté siempre viva con ellos.
En cada región de México el pan de muerto se elabora de una forma diferente, aunque los ingredientes suelen ser los mismos. En su origen se elaboraba a base de amaranto y pan ácimo con forma de mariposa.
El pan de muerto, tal como lo conocemos hoy, tiene su origen en una especie de tamal. En la ciudad de México se elabora el pan de muerto con forma redonda que simboliza la tumba del muerto y se adorna con sus canillas (huesos largos) entrecruzadas. Para terminar, en la parte superior se coloca una bola que sería el cráneo.
Es costumbre también tomar el pan de muerto acompañado de chocolate caliente.

Datos importantes de la receta
- Tiempo de preparación: 4 horas
- Dificultad: fácil
- Número de comensales: 8
- Información nutricional: 296 kcal/ración
Ingredientes del pan de muerto
Para la masa:
- 300 g de harina de trigo de fuerza
- 15 g de levadura fresca
- 125 ml de leche entera
- 50 g de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de agua de azahar
- Ralladura de 1 naranja
- 2 huevos
- 100 g de mantequilla en pomada
Para decorar:
- 10 g de mantequilla para pintar
- 20 g de azúcar para espolvorear

Preparación del pan de muerto
Comenzamos poniendo en un bol los 300 g de harina de trigo. Diluimos los 15 g de levadura fresca en los 125 ml de leche entera. Hacemos un volcán con la harina y le vamos añadiendo los 50 g de azúcar, la cucharadita de sal, la cucharadita de esencia de azahar y los 125 ml de leche entera con los 15 g de levadura fresca disuelta.

Lo amasamos bien hasta que la masa sea homogénea. Le añadimos la ralladura de naranja y los dos huevos. Seguimos amasando.

Añadimos los 100 g de mantequilla en pomada y amasamos hasta que tenemos una masa pegajosa pero que se despega de los dedos. Dejamos levar la masa durante al menos 2-3 horas en un lugar caliente sin corrientes. Si lo preferimos podemos dejar que la masa leve en la nevera durante toda la noche en frío. Después la sacaríamos de la nevera y dejaríamos que se reactivara tapada, a temperatura ambiente y fuera de corrientes durante 2-3 horas.

Una vez la masa haya duplicado su tamaño formaremos los panes de muerto. Entonces hacemos cuatro bolas del tamaño de la palma de la mano. Con la masa restante daremos forma a las canillas (huesos largos) y a las bolas de la parte superior (cráneo). Lo tapamos y dejamos que leve de nuevo 1-2 horas a temperatura ambiente fuera de corrientes.

Precalentamos mientras el horno a 200ºC con calor arriba y abajo. Cuando la masa de los panes de muerto haya duplicado su volumen la destapamos y la pintamos con huevo batido. Metemos los panes de muerto al horno durante 12-14 minutos (o hasta que veamos que están dorando.

Sacamos los panes de muerto del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla unos minutos. Mientras están aún calientes, los pintamos con un poco de mantequilla derretida.

Una vez pintados con la mantequilla los espolvoreamos con azúcar blanquilla y dejamos que terminen de enfriar. El azúcar quedará pegada a los panes de muerto.

Servimos el pan de muerto acompañado, como es tradición, de un chocolate bien caliente.
