Las torrijas de leche son un postre tradicional que se suele preparar durante la Semana Santa. La receta consiste en empapar un pan en rebanadas, con leche o vino aromatizados, pasarlo por huevo y freírlo. Se suelen espolvorear con azúcar y canela o tomar con miel.
Las torrijas tradicionales de leche es una receta que solía hacerse con el pan, que sobraba y quedaba un poco duro, para aprovecharlo y no tirarlo. Hoy en día, las torrijas están muy de moda y existen variaciones más modernas de las torrijas pero, casi todas, guardan la esencia de la elaboración tradicional.
Origen de las torrijas
Las primeras palabras o indicaciones que se tienen de cómo preparar las torrijas aparecen en un libro de cocina romano, «De re coquinaria», de Marco Gavio Apicio. Este autor las llamaba «aliter dulcia» (plato dulce) y en sus explicaciones aparecían las indicaciones para hacer rebanadas de pan empapadas en leche (sin hacer alusión a rebozarlas con huevo ni freírlas).
Este postre viajó por toda Europa, no solamente llegaron a España si no que en otros países se preparaban a su manera y se les daba diferentes nombres aunque las elaboraciones eran similares y todas partían de la base en que se remoja el pan en leche, vino u otros licores.
No es hasta el s. XV cuando, Juan del Encina, cita las torrijas como tal en uno de sus villancicos, haciendo referencia a unos pastorcillos que llevan al portal de Belén huevos, leche pan para hacer torrijas (torrejas). Era un dulce que solía llevarse a las recién paridas para reponer fuerzas. Incluso se decía que ayudaba a subir la leche para amamantar a los bebes recién nacidos.
La primera receta de torrijas, tal como las conocemos hoy en día, aparece en el «Libro de Cozina» de Domingo Hernández de Maceras (1607) y en el libro «Arte de cozina, pastelería, vizcochería y ocnservería» de Francisco Martínez Motiño (1611).
Las torrijas tradicionales que conocemos se suelen empapar con leche o con vino. No todo el mundo tenía ganado en sus casas y podía tomar leche a diario, pero el vino era algo que nunca faltaba y además se conservaba estupendamente.
En este caso, vamos a preparar unas deliciosas torrijas de leche con azúcar y canela. Para los más golosos se pueden acompañar de miel.
Ingredientes de las torrijas tradicionales de leche
- 500 ml de leche entera
- 1-2 ramas de canela
- 2 pieles de limón
- 6 rebanadas de pan para torrijas
- 2 huevos (para rebozar las torrijas)
- Aceite de oliva suave
- Azúcar blanca
- Canela
Preparación de las torrijas de leche
Lo primero que tenemos que hacer para hacer las torrijas de leche con azúcar y canela, es infusionar los 500 ml de leche entera con las 1-2 ramas de canela y las 2 pieles de limón. Calentamos la leche a fuego medio hasta que salga vapor pero sin llegar a hervir. La separamos del fuego, la dejamos enfriar tapada y reservamos para empapar las torrijas.
Cuando la leche esté fría será el momento de empapar las torrijas. En una fuente de horno ponemos las 6 rebanadas de pan para torrijas. Este pan suele ser un tipo de pan brioche que se hace sin azúcar. Con ayuda de un cacillo regamos las torrijas con la leche infusionada con la canela y el limón para que coja el sabor y los aromas. Vamos añadiendo leche poco a poco hasta que veamos que las rebanadas de pan no chupan más.
El siguiente paso es pasar por huevo las torrijas y freírlas en aceite de oliva suave. También podemos freírlas en aceite de girasol. La diferencia entre un aceite y otro es que, el aceite de oliva suave le aporta algo de sabor y el de girasol hace que el sabor de la fritura sea más neutro. Batimos los dos huevos en un plato hondo y ponemos la sartén al fuego. Lo ideal es que controlemos la temperatura del aceite con un termómetro de cocina. El aceite no debe superar los 170ºC en el caso de que sea de girasol y los 180 ºC en el caso de que sea de oliva suave. Pasamos las torrijas por el huevo y las vamos friendo en la sartén. La cantidad de aceite de la sartén no debe superar la mitad de la altura de la torrija. Las haremos vuelta y vuelta hasta que se doren y las sacamos a un papel absorbente.
Dejamos las torrijas en papel absorbente para que se vaya el aceite sobrante. Las espolvoreamos con azúcar y canela.
Servimos las torrijas de leche con azúcar y canela acomapañadas de un té o un café. Es un postre perfecto.